Prospecto de Bloguero

EL NUEVO MUNDO

11.12.2013 17:42

EL NUEVO MUNDO

 

Cada día vemos la necesidad de mantenernos sanos, buscamos todo tipo de ayudas para tener un equilibrio de mente y cuerpo, recurrimos a prácticas dolorosas y hasta asquerosas para encontrar la perfección. Damas y Caballeros; el mundo globalizado y tecnológico en el que vivimos nos exige ser humanos perfectos, y para lograrlo necesitamos ser constantes, firmes, dedicados, consagrados y millonarios (o fingir serlo), porque para nadie es un secreto y se ha vuelto mi teoría de vida: “No hay Gente Fea sino Pobre”.

 

Este mundo nos ha puesto un reto y prototipos de belleza inalcanzables, ya no solo basta con ser bonito, ahora hay que ser inteligente, interesante, culto, bondadoso, atractivo y saludable. En estos retos empieza mi búsqueda personal y espiritual por encontrar paz interior y exterior sin caer en la lobería y mañé.

 

No seremos jóvenes y saludables por siempre, esto para nadie es un secreto, llegar a viejo debe ser una bendición (es una edad en donde podremos vivir tranquilos en paz y armonía, recordando lo bueno que fue nuestra juventud. Edad de experiencia y sabiduría), pero para esto debemos cambiar nuestros estilos de vida en el momento preciso.

 

Esos problemitas de colon que evitan que comas tomate, pimentón, frijoles y lácteos, son una señal importante que te dice que algo no está bien y debes empezar a cuidarte.

 

¿Como identificar que debes empezar a cuidarte? Respuesta: muy sencillo, si ya no juegas PlayStation o Xbox porque tienes que trabajar, y si tu amigos ya no te invitan a fiestas, rumbas, bacanales y/u Orgias. Pero al contrario te invitan a matrimonios, cocteles, Baby Shower y asados en la finca. Es porque ya estas viejo, probablemente te estás quedado calvo, ya tienes líneas de expresión, la lecha entera te produce gases (porque no hay nada más desagradable que tomar leche y luego tener panza de Papa Noel), por lo tanto, debes cambiar tus estilos de vida.

 

CAPITULO I

EL TEMPLO DE LOS CUERPOS PERFECTOS: EL GIMNASIO

 

Vicky Dávila es mi chica 10; madruga (desde las 5:00am está en programa de radio), trasnocha (hace la cosa política a las 11:30pm), hace ejercicio, come saludable, es inteligente, lee, escribe, hace vida social y por si fuera poco es esposa y madre. Sin contar el cuerpo perfecto.

Con este prototipo de Wonder Woman colombiana, me pregunte: Sí Vicky Dávila puede hacer todo esto en el día; ¿Por qué no yo?

 

Comencé por el deporte y el ejercicio. Pero recordé que siempre tengo una excusa para todo, y conforme empezaba una actividad terminaba con un “PERO” que me hacia desistir de la actividad física.

 

El Futbol: Compré la camiseta de la selección Colombia y al empezar el partido recordé que nunca jugué futbol antes, que al sol de hoy ignoro el significado de fuera de lugar o tiro de esquina, ya que solo veo partidos como excusa para tomar cerveza y pasar un momento chévere con mis amigos. (Creo que no sé cuantos jugadores conforman la cancha).

 

Con el futbol descartado decidí eliminar de mi lista todos los deportes que usaran balón o pelotas (debo padecer de pelotafobia o balónfobia), en el colegio sufría con los golpes, moretones y gafas rotas que ocasionan los balones.

 

Personalmente busque demasiadas alternativas para encontrar ese equilibrio físico y espiritual… practique Yoga, Pilates y Pole-Dance:

 

Yoga: Antes de dormir como un bebé en el suelo, concluí que tengo problemas de motricidad y es un poco difícil abrirse de piernas después de tomar leche.

 

Pilates: Qué bueno hacer Pilates, pero; ¿quién diablos se sube a esa pelota?, parecía Miley Cyrus (aunque mi experiencia fue menos sensual)

 

Pole-Dance (Baile del tubo): Eso fue lo menos erótico que se haya visto en la historia de la humanidad, imagínense un hombre con barriga, bellos en las piernas intentando escalar un tubo plateado con una tuza que se le metía en el culo… ¡Eso fue la tapa!

 

Pero mi tormento no terminaría ahí, porque en mi vida apareció algo llamado “El Gimnasio”, un templo de cuerpos perfectos…

 

 

Todo comenzó con la previa inscripción (mensualidad por supuesto, no iba a arriesgarme a perder mi plata si desistía del ejercicio), no se puede ir al gimnasio sin el atuendo perfecto (la camiseta blanca con el logo desteñido de Pintuco y la pantaloneta del colegio están OUT), es por eso que compre los tenis aerodinámicos, la camiseta con microfibras y la pantaloneta con badana (no me pregunten que es aerodinámico o microfibra, porque no tengo ni idea y al final eso no sirve para nada).

 

Primero me mide un entrenador que parece Hulk, ese hombre logra violarte luego de que ha metido ese metro por todas las partes de mi cuerpo, y ha analizado hasta la última arruga del dedo gordo del pie, después de semejante tocadera, sigue una sesión ejercicios cardiovasculares en una bicicleta que no se mueve, al son de música TRANCE de los 80 que se escucha en el fondo.

 

Cinco minutos intentando alzar pesas, la burla de medio gimnasio y treinta litros de sudor fueron suficientes para darme cuenta que había perdido mi dinero.

 

Comprendí de la peor manera que es importante estirar músculos antes y después de hacer ejercicio

 

Al final terminas adolorido como si hubieras sido arrollado por un tren, sin ganas de alzar los brazos, en cama viendo tv y comiendo chocoramo con cocacola… porque todo en nombre de la salud.

 

Continuará…   

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